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INTERACCIONISMO EN LOS MAID CAFÉS.

Se ha adelantado ya, observaciones sobre este tópico y es que las relaciones de poder se pueden deducir del mismo self que la maid proyecta. Esta relación es de total empoderamiento para el cliente, pero no se busca una sensación de esclavitud, sino de "calor" servicial. Ella es una incondicional compañera de la infancia que, además, te mima y es, sobre todo, kawai (adorable).

 

Respecto a esto, que nosotros lo clasificamos como un "pacto ficcional" —porque es una historia imaginaria que no existe en otros escenarios—, además, acerca de este pacto tenemos que decir que se “crea un mundo con sus leyes, con sus personajes, con sus historias. Esa realidad debe ser creíble y en ella debemos creer” (Seppia, 2001) y que los involucrados en el juego, a la hora de participar, tienen que estar conscientes de dos cosas: primero, esta situación es una representación, una utopía; y segundo, que hay reglas que rigen este supuesto. En el desarrollo de esta investigación, descubrimos que las leyes impuestas para la ficción en los maid cafés de Lima no eran tan rígidas como se podría pensar; esto se descubrió gracias a que cuando fotografiamos el lugar no se nos dio algún tipo de impedimento.

 

Pasando al tema del manga/anime, cabe resaltar su importancia como la mayor fuente de información a la hora representar un maid café. Esto, debido a que existe un numero impresionante de mangas animes cuya historia gira alrededor de estos cafés, algunos de los ejemplos más representativos, que se pueden encontrar con una simple búsqueda en internet, son: "Kare Kano", "He is my master", "Mahoromatic", "Hanaukyo maid-tai", entre otros.

 

De esta manera, estas historietas y animaciones son la mayor expresión de la identidad de los comensales frecuentes de los maid cafés, es decir, las personas pertenecientes a la subcultura otaku. Lo que queremos dar a entender es que los otakus quieren traer una parte de su mundo fantástico a la realidad, de modo que ahora comen en lugares como ellos e interactúan con personajes parecidos a sus animes: las maids. Además, se puede observar cómo se le da lugar especial a los personajes de estas animaciones dentro del café, en las paredes están pegados posters de ellos, son como las cruces de su iglesia, omnipresentes en el espacio.

 

Por todo lo expuesto anteriormente, los Maid cafés y todo a lo que ellos conciernen son la explicación de lo que Goffman intentaba mostrar mediante sus metáforas teatrales y de juego.  Y es que, todo es producto de una fantasía traducida en el mundo real, un set up que durará mientras dure la comida y el cliente permanezca en el escenario, el café.

¿CÓMO ES LA RELACIÓN COMUNICATIVA EN LOS MAID CAFÉS?

 

En primer lugar, siguiendo la teoría interaccionista de Erving Goffman, identificamos dos principales roles en la “interacción social”, concepto que él define como: “la consecuencia de la interacción de dos o más individuos que se encuentran en presencia de sus respuestas físicas respectivas, en los cuales están involucrados el estado de ánimo, la emoción, la cognición, la orientación corporal y el esfuerzo muscular, los cuales suponen un elemento tanto biológico como sicológico.” (Mercado & Zaragoza Contreras, 2011, pág. 171) Estos dos roles participantes son: la maid y el "amo" (comensal, cliente).

 

Como nos aclaran Gómez y Miras: “Goffman describe el esfuerzo y las estrategias que activan los individuos para presentar una imagen “idealizada” de sí mismos, esto es ventajosa para ellos y veraz para los otros. En esta perspectiva, el actor social, como tradicionalmente ha sido concebido por la sociología (como actor portador de roles), se convierte en un actor en el sentido propio de la metáfora dramatúrgica (Gómez & Miras, 2004, pág. 73). El rol de la maid tiene como objetivo la satisfacción del amo. 

 

Para este fin, la maid, lleva a cabo un performance —término es definido en la obra de Goffman como “toda actividad de un participante en una ocasión dada que sirve, para influir de algún modo sobre cualquiera de los demás participantes” (Mercado & Zaragoza Contreras, 2011, pág. 171)—, en el cual se libera de todos sus rasgos de personalidad individual para asumir una representación marcada, no es solo una masera encargada de llevar y tomar tu orden, es la sirvienta incondicional que hace todo (dentro de sus posibilidades de camarera) para su amo.

 

Siguiendo con el interaccionismo simbólico, podemos decir que el rol que se le entrega a la maid, es uno “prediseñado” para que ellas. “Asumir un rol —explica Goffman— significa desaparecer completamente en el sí mismo virtual elaborado por la situación, exponerse a la percepción de otros mediante la propia imagen y confirmar expresivamente la propia aceptación de ella” (Gómez & Miras, 2004, pág. 66).  En este papel ella es la inocente sirvienta que no hace más que satisfacer a su amo y, es más, ella no tiene mayor propósito que este. Cabe señalar que este establecimiento está dirigido a un público mayoritariamente masculino, ya que el deseo de satisfacción del amo, en la cultura japonesa, está clásicamente asociado a la satisfacción del hombre, como fue el caso de las geishas.

 

Otro factor a tomar en cuenta es la actitud que se observó en estas “sirvientas”: la sonrisa que nunca desaparece y la voz aguda nos tratan de llevar hacia un recuerdo de nuestra infancia inocente. Además, presentan diversas peculiaridades propias de su personaje tales como el empleo de palabras en japonés —como se ha señalado anteriormente— desde el instante que entras al establecimiento, ellas te reciben con un cálido Okaerinasaimase, goshūjin-sama (Bienvenido, mi amo), experiencia que nosotros tuvimos. Esta es una actitud que a simple vista parece que no tiene mayor importancia, pero como lo recuerda George H. Mead, famoso interaccionista: “el espíritu y la persona emergen socialmente, y el lenguaje, en la forma de gesto vocal, proporciona el mecanismo para su manifestación” (Mead, 1972, pág. 215). Asimismo, el lenguaje no-verbal presenta movimientos y muecas propios de los niños, y su vestido, el cual es mucho más corto que el de cualquier sirvienta en el S.XIX, es una característica especial, también.

De esta manera el self —sí mismo— de la maid se crea por subordinación a su goshūjin-sama (amo, señor), es decir, la construcción de la identidad en ellas es la de una incondicional sirvienta, por negación a lo que es el amo, sin embargo, resaltamos que esta condición es solo una ilusión del momento y para que se cumpla los participantes cumplen con una serie de normas implícitas en el juego de roles. A continuación, daremos las reglas según un maid café tradicional japonés (Lovely Maid Café, 2012):

  1. No tocar a las maids.

  2. No pedir teléfonos o números de contacto a las maids.

  3. No infringir la privacidad de una maid preguntándole a qué hora termina su turno.

  4. No acosar o buscar persistentemente la atención de una maid.

  5. No molestar ni causar daños a los miembros del staff, invitados y vecinos del café.

  6. No tomar fotos de las maids ni en el interior, ni exterior del café.

  7. No traer comida ni bebida de fuera al café.

  8. No fumar en el café.

 

Por otra parte tenemos al rol del cliente, el cual antes que predeterminado, se deriva del performance de la maid. El amo cuenta con una mayor libertad para asumirse el mismo. Su "cara social", en este caso, se le otorga y es establecido a través de la interacción con la maid. Por lo tanto, en ese preciso instante, el self del cliente es producto de la interacción dramática en un escenario cerrado. El escenario según Goffman es “el espacio geográfico y de interacción en el cual los sujetos asumen y representan sus roles” (Mercado & Zaragoza Contreras, 2011, pág. 171), en nuestro caso este espacio es el mismo maid café.

 

Ahora, enfocándonos en los mecanismos comunicativos mediante los cuales se produce y manifiesta el juego de identidades, tenemos, en primer lugar, a la relación de poder, en segundo al pacto ficcional entre los actores y, por último, están los animes mangas. Además, en el caso de Shifudoki, la “animación” para comer (una suerte hacer barra al invitado) y, en el caso de Madolche una canción cantada en karaoke, como se pueden imaginar, de algún un anime.

“El interaccionismo simbólico sustenta cuatro presupuestos fundamentales, principios que han sido comunes a representantes de esta corriente como W. I. Thomas, R. E.  Park, E. Burguess, F. Znaniecki, E. Faris y Herbert Blummer: A) La simultaneidad de realización de la sociedad y la persona. B) Los seres humanos tienen la capacidad de actuar reflexivamente y conscientes de sí mismos y de lo que realizan. C) La realidad experimentada, conocida y comprendida es una construcción social, la cual consiste en objetos sociales cuya significación está en dependencia de la conducta de las personas en relación con ellos.” (Mercado & Zaragoza Contreras, 2011, pág. 170)

 

Partimos bajo estas cuatro premisas y nuestra investigación empírica se basó en una perspectiva interpretativa, usamos la observación (en su variedad de participante) como principal herramienta de estudio. Así, acumulamos experiencia de primera mano con los sujetos de investigación. Aquí nuestros hallazgos:

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